El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, confirmó que acompañará la movilización convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT) contra el proyecto de reforma laboral que impulsa el Gobierno nacional y reclamó abrir un debate serio sobre una iniciativa que, según afirmó, “no moderniza nada y vuelve atrás con recetas que ya fracasaron”.

En declaraciones al programa Rayos X por Radio 10, Kicillof expresó su preocupación por la recesión que atraviesa el país como consecuencia del plan económico de Javier Milei, al que responsabilizó por el endeudamiento de las familias y la creciente dificultad para afrontar los gastos básicos. En ese contexto, confirmó que el próximo jueves 18 de diciembre el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), espacio que conduce, se sumará a la medida de fuerza con movilización impulsada por la CGT.

Al referirse a la aparente falta de reacción social frente a los aumentos de tarifas, alquileres y el estancamiento salarial, el mandatario sostuvo que confluyen factores “del orden de la sociología y la psicología”, ligados a una percepción de baja de la inflación “que no es tanta”. Y fue contundente al describir el modelo libertario: “Hay una receta para bajar la inflación: atrasar el dólar, abrir importaciones sin control, bajar salarios y jubilaciones y provocar una caída brutal de la demanda”.

“No se está viendo ninguna mejora. La economía cotidiana y la gestión están muy complicadas”, advirtió, y denunció que el Gobierno nacional mantiene una deuda millonaria con las provincias. “Milei nos debe una montaña de plata. A la Provincia de Buenos Aires y al resto. Hablamos de unos 13 billones por jubilaciones, educación y obras frenadas. Esto no se va a resolver de un día para otro”, subrayó.

Kicillof también aludió al diálogo entre los gobernadores y remarcó que, aunque existe contacto permanente, la situación real dista del discurso oficial. “No podemos reemplazar a un gobierno nacional que deserta de sus funciones o que intenta asfixiar a quienes no piensan igual —y también a quienes piensan igual—, porque tampoco reciben ayuda”, sostuvo.

Sobre la reforma laboral que el oficialismo busca aprobar antes de fin de año, el gobernador cuestionó la falta de consensos y el intento de imponerla sin discusión. Señaló que el proyecto tiene 197 artículos y que no fue consultado ni con pymes ni con trabajadores. “Si creen que pueden aprobarla en shock, están muy equivocados”, advirtió.

Además, criticó duramente el concepto de “modernización” que promueve el Gobierno: “El nombre nunca estuvo peor puesto. Modernizar no es llevarnos a la Asamblea del Año XIII. Esto no tiene nada de nuevo, es volver atrás con ideas que ya se intentaron muchas veces en la Argentina”.

Para el mandatario bonaerense, una discusión genuina debería abordar los cambios reales en el mundo del trabajo y el crecimiento de la informalidad, un problema que —según afirmó— se agravó con la gestión de Milei. “Por lo extensa y delicada de la propuesta, hace falta un debate profundo para aportar algo positivo y no avanzar, una vez más, con un ajuste encubierto”, concluyó.