El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, anunció una reducción promedio del 2% en el precio de las naftas en todo el país, que comenzará a aplicarse de manera gradual durante esta semana. Presentada como una señal para contener la inflación de diciembre, la medida tendrá un alcance limitado y dispar según la región.

Según explicó el titular de la compañía, la baja no será uniforme debido al esquema de micro pricing que utiliza YPF, un criterio que ajusta los valores de acuerdo a costos logísticos, estructura regional y comportamiento del mercado. En los hechos, el descuento variará según la zona, diluyendo el impacto real del anuncio.

Marín encuadró la decisión dentro de lo que definió como un “acuerdo de honestidad con los consumidores”, aunque aclaró que la empresa seguirá monitoreando variables clave como el precio internacional del crudo, el tipo de cambio y los costos operativos para definir futuras modificaciones.

Sin embargo, el propio CEO se encargó de ponerle un límite al alivio: anticipó que en el caso del gasoil habrá aumentos en algunos tipos de productos. La advertencia relativiza la baja anunciada y vuelve a poner en duda el efecto concreto de la medida tanto sobre la inflación como sobre el bolsillo de los usuarios.